13.01.04
Que las entradas la vendieran en el “coco sándwich” era una gracia. Que se realizara en el mítico “callejón inglés” ya era algo insólito. Cervezas y risotadas del alto, de la novia, del flaco, del chico y del emo; mientras, decenas de “pequeños revolucionarios” nos daban muestra de lo que se trae la “nueva escuela” del punc roc: muchas chapitas, muchos gorritos, muchos remaches, mucho mui. Pero es que no podían faltar… si era nada mas ni nada menos que “la leyenda del hardcore latinoamericano” -como decía el afiche- el mismísimo “Necro”… fuente de cientos de sueños húmedos de las lolas de los parches.
El tipo estaba parado cerca de nosotros y golpeaba ansiosamente un pilar de madera, al ritmo del fastidioso jazz que había de fondo (el mismo de cada tocata y concierto que se realice por acá) cuando, repentinamente; como el rockstar que es, se sube al pequeño escenario… habla, habla, habla… lo mismo de “los machos, que meneen la cintura” de los golpes, de las niñas que son aplastadas, bah! A bailar! El espacio era tan reducido que se hacía íntimo para disfrutar en familia. Pero algo faltaba. El ambiente estaba tenso, era el contra el público. Nuevas he idotas canciones, idiotas y desconocidas; excepto para el emo que sonreía y – tal como le habían dicho- meneaba la cintura sin cesar… mi espalda transpiraba y un sinfín de recuerdos me agolpaban la cabeza, cuando los sonidos son asimilados, la marcha y el palpitar son incontrolables: empujones, patadas, gritos, todo y solo con una guitarra y el rockstar.
Cuando el menear me mareaba volteo y… sorpresa! El símbolo de la “nueva escuela” estaba frente a mis ojos, idiotizado la vi sobre los hombros de un padre tan alternativo como su mismísima retoña. Una sonrisa incomparable, el pelo tomado y los colores púrpuras de su ropa no pudieron más que enternecerme. Gritaba cada palabra de las canciones, disfrutaba de los coros y se impregnaba del ambiente. Para mi se había acabado boom boom kid, tal ejemplo de la fertilidad revolucionaria me había dejado atónito. Que entren los pacos, ¡que ya tenemos quien nos defienda!
El tipo estaba parado cerca de nosotros y golpeaba ansiosamente un pilar de madera, al ritmo del fastidioso jazz que había de fondo (el mismo de cada tocata y concierto que se realice por acá) cuando, repentinamente; como el rockstar que es, se sube al pequeño escenario… habla, habla, habla… lo mismo de “los machos, que meneen la cintura” de los golpes, de las niñas que son aplastadas, bah! A bailar! El espacio era tan reducido que se hacía íntimo para disfrutar en familia. Pero algo faltaba. El ambiente estaba tenso, era el contra el público. Nuevas he idotas canciones, idiotas y desconocidas; excepto para el emo que sonreía y – tal como le habían dicho- meneaba la cintura sin cesar… mi espalda transpiraba y un sinfín de recuerdos me agolpaban la cabeza, cuando los sonidos son asimilados, la marcha y el palpitar son incontrolables: empujones, patadas, gritos, todo y solo con una guitarra y el rockstar.
Cuando el menear me mareaba volteo y… sorpresa! El símbolo de la “nueva escuela” estaba frente a mis ojos, idiotizado la vi sobre los hombros de un padre tan alternativo como su mismísima retoña. Una sonrisa incomparable, el pelo tomado y los colores púrpuras de su ropa no pudieron más que enternecerme. Gritaba cada palabra de las canciones, disfrutaba de los coros y se impregnaba del ambiente. Para mi se había acabado boom boom kid, tal ejemplo de la fertilidad revolucionaria me había dejado atónito. Que entren los pacos, ¡que ya tenemos quien nos defienda!
Ruidos:
+ “grind your depresión” - boom boom kid.
+ “sin color” – fun people.
+ “function” – depresion adolecente.
algo para ver:
+ “la pequeña punc”
Visite:
+ www.equalisex.tk
gracias.
posted by loquenuncalesdije at 9:18 PM
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